Nuestras tuberías siguen emitiendo un fuerte gemido intermitentemente, parece más durante la noche, pero a veces también durante el día. Cuando esto sucede, no se usa agua, si abro el grifo, ¿se detiene?

El gemido en las tuberías probablemente sea causado por un fenómeno conocido como golpe de ariete. El golpe de ariete ocurre cuando el agua que fluye a través de las tuberías se detiene repentinamente, lo que provoca un aumento de presión que genera un sonido de golpe o gemido. Esto es lo que puede hacer para solucionar el problema:

  1. Compruebe si hay tuberías sueltas: Asegúrese de que las tuberías estén correctamente aseguradas a la pared y no sueltas. Las tuberías sueltas pueden vibrar y provocar ruido cuando el agua fluye a través de ellas.
  2. Inspeccionar las válvulas de cierre: Verifique si las válvulas de cierre de su hogar están completamente abiertas. Las válvulas parcialmente cerradas pueden restringir el flujo de agua y provocar golpes de ariete.
  3. Instalar supresores de golpes de ariete: Considere instalar supresores de golpes de ariete en los extremos de tramos largos de tuberías o cerca de electrodomésticos que utilizan mucha agua, como lavadoras o lavavajillas. Los supresores de golpes de ariete están diseñados para absorber los aumentos repentinos de presión y reducir el ruido.
  4. Ajustar caudales: Si es posible, ajuste el caudal de agua en los grifos y cabezales de ducha. Reducir el caudal puede ayudar a minimizar los aumentos repentinos de presión que causan el golpe de ariete.
  5. Reemplazar tuberías viejas: Si sus tuberías son viejas y corroídas, pueden ser más propensas a sufrir golpes de ariete. Considere reemplazar las tuberías viejas por otras nuevas hechas de materiales más flexibles que puedan soportar mejor los cambios de presión.

Sin embargo, si el ruido persiste o si no está seguro de la causa, se recomienda consultar a un plomero autorizado para obtener asesoramiento profesional. Pueden identificar con precisión la fuente del ruido y recomendar la solución más adecuada.