¿Qué es una órbita geosincrónica?
Una órbita geosincrónica es una órbita circular alrededor de la Tierra con un radio de aproximadamente 42.164 kilómetros (26.199 millas) sobre el ecuador terrestre y un período de exactamente un día sidéreo (23 horas, 56 minutos y 4 segundos). Esto significa que un satélite en dicha órbita parecerá permanecer en el mismo punto del cielo desde la Tierra.
Las órbitas geosincrónicas son importantes porque permiten una comunicación continua con los satélites desde estaciones terrestres. Esto los hace ideales para aplicaciones como la transmisión de televisión por satélite, la previsión meteorológica y la observación de la Tierra.
El concepto de órbita geosincrónica fue propuesto por primera vez por el escritor inglés de ciencia ficción Arthur C. Clarke en un artículo de 1945 en la revista Wireless World. Clarke sugirió que un satélite en esa órbita podría proporcionar un sistema de comunicación global y predijo que eventualmente se convertiría en una realidad. El primer satélite geosincrónico, Syncom 2, se lanzó en 1963 y desde entonces se han puesto en órbita cientos de satélites geosincrónicos.
Las órbitas geosincrónicas no son el único tipo de órbita que se puede utilizar para los satélites de comunicaciones. Otro tipo de órbita, llamada órbita geoestacionaria, también es circular y tiene un período de un día sidéreo, pero también está situada directamente sobre el ecuador. Esto significa que un satélite geoestacionario siempre aparecerá en el mismo punto del cielo desde todos los lugares de la Tierra. Las órbitas geoestacionarias son más difíciles de lograr que las órbitas geosincrónicas, pero son más deseables porque proporcionan comunicación continua desde todos los puntos de la Tierra.