¿Congelar una batería ayudaría a que dure más?

Congelar una batería puede dañarla y reducir su vida útil. Las baterías funcionan mejor a temperatura ambiente y las temperaturas extremas pueden provocar cambios químicos que degradan su rendimiento y acortan su vida útil.

Cuando una batería se congela, la solución electrolítica de su interior puede concentrarse, lo que lleva a la formación de cristales que pueden dañar los componentes internos de la batería. Esto puede hacer que la batería pierda su capacidad para mantener la carga e incluso puede provocar cortocircuitos internos o roturas.

Además, la congelación puede provocar que los terminales de la batería se corroan, lo que puede impedir el flujo de corriente y reducir aún más el rendimiento de la batería.

Por lo tanto, generalmente se recomienda almacenar y utilizar las baterías a temperatura ambiente y evitar exponerlas a temperaturas extremas, incluidas condiciones de congelación.