¿Es buena el agua de pozo para usar en baterías?

Por lo general, no se debe utilizar agua de pozo en baterías de plomo-ácido debido a la presencia de minerales y sólidos disueltos. Estas impurezas pueden interferir con las reacciones químicas de la batería, lo que podría provocar una reducción del rendimiento, una disminución de la vida útil o daños a la batería.

El principal problema con el uso de agua de pozo en baterías es su contenido mineral. Los minerales como el calcio, el magnesio y el hierro pueden formar incrustaciones o depósitos en las placas de la batería, lo que provoca una reducción del flujo de electrolitos y una disminución de la superficie para reacciones químicas. Esto puede resultar en una menor capacidad de almacenamiento de energía y una entrega de energía limitada.

Además, los sólidos disueltos presentes en el agua de pozo pueden afectar el pH de la solución electrolítica, lo cual es fundamental para mantener el equilibrio químico adecuado dentro de la batería. Las desviaciones del rango de pH recomendado pueden provocar corrosión de los componentes de la batería, reducción de la conductividad del electrolito y falla prematura de la batería.

El uso de agua de pozo en las baterías también aumenta el riesgo de contaminación por microorganismos, como bacterias o algas. Estos microorganismos pueden consumir el electrolito, alterar los procesos químicos y producir gases que pueden dañar la estructura y el rendimiento de la batería.

Para un rendimiento y una longevidad óptimos de la batería, se recomienda utilizar agua destilada o desionizada al llenar o dar servicio a las baterías. Estos tipos de agua están libres de impurezas y garantizan que la batería funcione dentro de las especificaciones previstas.