¿Qué haces con un grifo que no se cierra?

Aquí hay algunos pasos que puede intentar para reparar un grifo que no se cierra:

1. Compruebe si hay objetos extraños: Primero, verifique si hay residuos u objetos extraños atrapados en el grifo o en la manija del grifo que puedan impedir que se cierre correctamente. Retire cualquier obstrucción y vea si eso resuelve el problema.

2. Apriete la tuerca prensaestopas: La tuerca prensaestopas está ubicada justo debajo de la manija del grifo. Apriete la tuerca prensaestopas con una llave ajustable para crear un sello más hermético y detener el goteo. Tenga cuidado de no apretar demasiado ya que podría dañar el grifo.

3. Reemplace la lavadora: Si apretar la tuerca prensaestopas no funciona, es posible que deba reemplazar la arandela dentro del grifo. Cierre el suministro de agua y desmonte la manija del grifo para acceder a la lavadora. Reemplace la lavadora vieja por una nueva que se ajuste al tamaño y la forma de su grifo.

4. Compruebe las juntas tóricas: Las juntas tóricas son anillos de goma que se utilizan para crear un sello hermético en los grifos. Con el tiempo, pueden desgastarse o dañarse, provocando que el grifo gotee. Verifique si hay juntas tóricas desgastadas o dañadas y reemplácelas si es necesario.

5. Reemplace el cartucho del grifo: Si los pasos anteriores no solucionan el problema, es posible que el cartucho del grifo esté defectuoso. Los cartuchos para grifos son responsables de controlar el flujo de agua en el grifo. Para reemplazar el cartucho, deberá cerrar el suministro de agua, quitar la manija del grifo y desenroscar el cartucho viejo. Instale el nuevo cartucho y vuelva a montar el grifo.

Si no se siente cómodo realizando estas reparaciones usted mismo o si no está seguro del problema específico con el grifo, lo mejor es comunicarse con un plomero profesional para diagnosticar y solucionar el problema.